En el dinámico mundo de los negocios, la tecnología es indudablemente una herramienta poderosa, pero es el propósito el que realmente orienta a las empresas que buscan dejar una huella duradera. Esta reflexión, planteada por Fernando García de Llano, presidente de la American Chamber (AmCham) Capítulo Guadalajara, durante la reciente Cumbre de Empresarios, adquiere relevancia en un entorno donde la Inteligencia Artificial y las herramientas digitales avanzan a un ritmo acelerado.
El mensaje clave para los empresarios de Jalisco es claro: no basta con avanzar rápido, sino hacerlo de manera consciente y en la dirección correcta. Jalisco ha demostrado ser un socio comercial estratégico, con el 50% de su comercio internacional vinculado a Estados Unidos y una inversión extranjera directa que alcanzó los 283 millones de dólares en el primer semestre de 2024. Sin embargo, frente al inicio del nuevo sexenio, la prioridad no es solo atraer más capital, sino asegurarse de que cada peso invertido genere un impacto positivo y sostenible.
En una región que se está consolidando como un centro tecnológico, los empresarios de Jalisco ocupan una posición estratégica para liderar esta transformación. No obstante, adoptar tecnología no es suficiente; es imprescindible que el crecimiento esté fundamentado en un propósito sólido, que beneficie tanto a las empresas como a la sociedad.
El futuro de los negocios requiere una evolución integral, no solo en el ámbito tecnológico, sino también en el desarrollo del talento humano. Las empresas deben invertir en sus equipos, formando líderes que no solo dominen las herramientas digitales, sino que también comprendan la relevancia de la responsabilidad social. Al final, la tecnología no es un fin en sí misma, sino un medio para lograr metas más grandes: crear valor, sostenibilidad y bienestar compartido.
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