Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son el corazón de la economía en México.

Representan más del 95% de la planta productiva en estados como Jalisco y generan más de la mitad de los empleos a nivel nacional. Sin duda, su papel será crucial en los próximos años para enfrentar desafíos económicos y aprovechar oportunidades como la integración regional y el nearshoring.

El presupuesto federal para 2025 contempla destinar 2 mil millones de pesos al desarrollo económico, incluyendo apoyo a emprendedores y Pymes. Además, en Jalisco, el nuevo gobierno encabezado por Pablo Lemus Navarro, promete una nueva era de desarrollo más allá de las fronteras de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), construyendo un ecosistema competitivo que integre a todo el estado y las entidades colindantes.

Entre las iniciativas destacan la reactivación del aeropuerto de carga en la zona Altos Norte, que conecta estratégicamente con la Ciudad de México a través de Aguascalientes y Guanajuato, así como la mejora de la red carretera entre Guadalajara y el puerto de Manzanillo, uno de los principales centros logísticos del país. A esto se suma la coinversión de 20 mil millones de pesos para consolidar el tramo de tren de carga entre Guadalajara y Aguascalientes, lo que podría reducir los tiempos de traslado en hasta 14 horas.

Si bien el verdadero reto será pasar de las palabras a los hechos, hay razones para el optimismo, pues el mensaje es claro: el sector Pyme no solo es el presente, sino también la clave del desarrollo económico a largo plazo.

De concretarse los planes, las empresas pequeñas y medianas tendrán una gran oportunidad para crecer y consolidarse como el motor económico nacional.